dissabte, 13 d’octubre del 2012

Adiós papá, adiós mamá, emigro


Extracto de un artículo del Huffington Post sobre la emigración de nuestros jóvenes. ¿Conoces casos en SAB? ¿Es esto lo que ha conseguido la reforma laboral?



Profesor de Investigación, CSIC, en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados 
Ayer me despedí de mi hija. Emigra en busca de un futuro que no ha podido encontrar en su país y que la sociedad, o sus padres, no le ha sabido dar. Es extraordinariamente frustrante para un padre ver marchar a sus hijos, pero mantenerlos a costa nuestra no es opción porque supondría llevarles a una situación en la que quedarán atrapados sin futuro... Marchar le ha costado quedarse sin pareja, por lo que el llanto, apagado, que oía por la noche desde mi cama, se me hacía aún más amargo.

Como muchos jóvenes de su edad, mi hija ha completado su formación profesional con el paso cambiado. Consiguió algunas entrevistas de trabajo, pero las condiciones siempre eran abusivas: salario de becario, 400 € al mes, para una persona con una licenciatura, un master, que domina cuatro idiomas y con experiencia laboral en el extranjero. La mayor parte de sus amigos también emigraban, unos a Alemania -sin saber alemán pero cargados de ilusión y desparpajo; otros a Uruguay, para poder desenvolverse en español, otros a Canadá, Australia, Inglaterra, Noruega... 


Como padre me siento inmensamente frustrado y fracasado. ¿Qué futuro espera a una sociedad en la que sus jóvenes solo tienen la opción de desaparecer o amoldarse a condiciones laborales las más de las veces abusivas y requiriendo del subsidio de sus padres?
Hay quien se felicita, estúpidamente, de que muchos seguimos en silencio, pero algo está cambiando. Ya no nos vale más de lo mismo, ya no nos aplacan con mentiras calculadas, engaños burdos, eufemismos y la cantinela de que lo que nos pasa es que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y nos merecemos lo que pasa.

Nadie pide perdón a nuestros jóvenes. Yo lo quiero hacer desde aquí, por la responsabilidad, quiero creer que poca, que me toca.






http://www.huffingtonpost.es/carlos-m-duarte/ayer-emigro-mi-hija_b_1934872.html

3 comentarios:

ggrau ha dit...

Hace poco vi un reportaje sobre la emigración a Alemania en los años 60´s y 70´s donde emigrantes españoles contaban sus experiencias. Desarraigo, soledad....

Quizás ahora la diferencia sea el nivel de preparación de los emigrantes que salen de nuestro país, pero pienso que los problemas serán semejantes.

Hay quien piensa que es necesario que los jóvenes salgan de su país, y estoy totalmente de acuerdo. Pero bien distinto es que salgan para aprender, para formarse, para mejorar su experiencia profesional, y otra cosa bien distinta es salir por necesidad, como lo hicieron aquellos españoles que se vieron forzados a abandonar su familia, su país, por motivos económicos, igual que ahora......

Y encima entre todos hemos contribuÍdo económicamente a su formación con nuestros impuestos, PARA QUE OTROS PAÍSES RECOJAN SUS FRUTOS...

Anònim ha dit...

A mis 40 años, si supiera inglés me habría planteado seriamente salir de España.
Ves las noticias: catalanes, vascos, gallegos, valencianos... nadie quiere ser ya España, ves como los ladrones de los políticos se van de rositas de los innumerables casos de corrupción, la manipulación de la información por los medios de derechas y de izquierdas, de los niños en las escuelas, del sectarismo y clima de confrontación, del miserable sistema judicial politizado que deja libres a los mangantes de traje y corbata,... cuando oigo a los aficionado al futbol cantando ¡soy español, español, español! yo me pregunto ¿y no te da vergüenza?

Juan Catalá ha dit...

Realmente lo que hay que plantearse es: que sistema permite que se llegue a esta situación. Encima por los votos. Cada vez se cree menos gente los valores de la constitución. Que encima la han cambiado sin consultarnos. ¿Quien es el antisistema? ¿Quien la vacía de contenido día a día? ¿Quien se burla de sus principios en el juzgado? Propongo unn ejercicio de cinismo. Escuchar los informativos con un ejemplar de la constitución delante e intentar cuadrar las medidas gubernamentales con alguno de sus artículos. Vivienda, trabajo, educación, sanidad, libertad, igualdad, justicia ¿donde estan? Antes de huir, mejor convertirse en antisistema frente a los antisistema oficiales que se cargan el sistema.

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