Empieza un 2014 cargado de esperanzas e ilusiones. Peor ya no se puede estar, creemos. Pero esto no quiere decir que estemos saliendo de la Crisis. Para que empecemos una etapa de crecimiento parece que aún falta bastante tiempo.
Dos medidas publicadas en la prensa en estos últimos días nos dan idea de lo que nos espera en este año que acaba de empezar.
- Una de las noticias es la entrada en vigor el pasado 1 de enero de la de Ley de Desindexación.
- La otra noticia nos habla del Copago de los medicamentos de dispensación hospitalaria.
Esta norma derogará cualquier vinculación directa al IPC en los precios y servicios regulados o prestados por las administraciones públicas, de forma que nada se actualizaría según el IPC desde el 1 de enero de 2014.
No afectará a pensiones, impuestos, instrumentos financieros ni a la negociación salarial, pero sí a transportes, telecomunicaciones, energía, servicios postales, agua, tasas, sanciones y los precios de los contratos públicos.
Hasta ahora, los precios de servicios básicos como el agua, la telefonía, los peajes, el tren o los servicios postales se actualizaban cada año utilizando la referencia del IPC y teniendo en cuenta algunos factores. En la nueva normativa se establecen las subidas de precios sólo teniendo en cuenta los costes que supone la prestación de dichos servicios.
Está por ver como afectará al coste de los servicios municipales. Nos tememos que su aplicación será asimétrica, favoreciendo a las empresas contratistas frente a las administraciones locales. ¿Por qué lo creemos?, muy sencillo, porque la información sobre los costes no es perfecta y desde los ayuntamientos pequeños y medianos es muy difícil evaluar los costes reales de la prestación de un servicio público. Ejemplo: desde la liberalización del sector de la distribución de la energía eléctrica, los costes, según las empresas, no ha parado de subir. Esta subida ha repercutido directamente en los bolsillos de los consumidores, que desconocemos la estructura de costes que nos presentan las empresas eléctricas.
Copago de los medicamentos de dispensación hospitalaria:
Existe un grupo de alrededor de 40 fármacos, generalmente caros, destinados a tratar pacientes crónicos o con enfermedades graves (cáncer, artritis, hepatitis, esclerosis múltiple, tratamientos de fertilidad) que habían quedado al margen del copago. Son medicamentos que se dispensan en las farmacias hospitalarias a pacientes no ingresados (no son de uso hospitalario) y que hasta ahora eran gratuitos.
Estamos hablando de pacientes crónicos, que en ningún caso pueden prescindir de la medicación. Y esta medicación debe ser controlada constantemente. Por eso su dispensación en las farmacias de los hospitales, con dosis exactas.
Dice la norma que existirá un límite en el copago, pero también nos tememos que el paciente tendrá que ir adelantando dinero para que luego se le reembolse.
La norma entraba en vigor el pasado 1 de octubre, pero muchas comunidades autónomas solicitaron una moratoria hasta principios de este año 2014. El periodo de "gracia" para adaptar los sistemas ha acabado y a final de mes debe estar en marcha en toda España.
La Comunidad Valenciana es una de las que se ha opuesto a la medida. El Conseller de Sanidad, Manuel Llombart, ha señalado este jueves pasado que el copago farmacéutico en los medicamentos de dispensación hospitalaria a pacientes no ingresados no es "una medida necesaria que garantice la sostenibilidad del sistema" pero al ser de carácter estatal la Generalitat está "absolutamente obligada" a cumplirla.
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