El agua municipal sigue teniendo microorganismos; en marzo triplicó los valores legales

El agua municipal sigue teniendo microorganismos por problemas de cloración. En marzo triplicó los valores legales, en febrero los había duplicado…
El mes pasado el alcalde, E. Santafosta del partido conservador AISAB, se justificó diciendo que la contaminación de los análisis de febrero era un episodio aislado. Los análisis de marzo vuelven a dar valores que superan el límite de la normativa, esta vez los triplican. Llevamos tiempo avisándolo y pidiendo medidas.

Llama la atención que no conste el valor de referencia legal junto al valor obtenido en el análisis cuando lo supera. Da la sensación de querer que el dato pase desapercibido ¿por qué?

Además existe una deuda creciente en por agua que el ayuntamiento compra a la cooperativa de El Plantío- La Cañada que ronda los 200.000 €

El suministro de agua del municipio corresponde aproximadamente casi un 50% al ayuntamiento (casco urbano y ampliación –El Valle-, San Vicente y Montesano nuevo) , casi otro 50% a la Cooperativa de El Plantío-La Cañada y su agua es de buena calidad (Colinas, Cumbres y Montesano antiguo) y a Altos Riegos el resto (las decenas de casas del Valle del Pla del Pou y el polígono junto al pueblo)

Tras el “episodio aislado” de proliferación de microorganismos aerobios en el mes de febrero, hasta el doble de lo indicado en el Decreto 140/2003, sobre aguas potables, en el mes de marzo aumentan estos microorganismos en los depósitos a más del triple.

Parece que el ayuntamiento de San Antonio de Benagéber no tiene bajo control el agua que suministra directamente a sus vecinos en el casco histórico, zona de San Vicente y Montesano nuevo. Nuestro grupo, como hemos hecho público en ocasiones anteriores, lleva mucho tiempo vigilando la calidad del agua y ya avisamos al gobierno actual del riesgo de los bajos valores de cloro mostrados en las analíticas. Esto ha devenido en un aumento de microorganismos aerobios en ella, más del triple de lo que indica la normativa. En marzo de 2016 se ha llegado a suministrar agua con más de 300 u.f.c./ml cuando lo permitido son 100 u.c.f./ml. Ya en febrero de 2016 fueron más de 200 u.f.c./ml. Vuelve a resultar llamativo que en este análisis, se omita esta referencia de límite legal de 100 u.f.c./ml para evitar comparaciones, como ya ocurrió en febrero.

Como ya indicamos en ocasiones anteriores esta situación deja a nuestra red de suministro expuesta a proliferación de microorganismos y contaminaciones bacterianas que pueden implicar riesgos en la salud de la población afectada. Máxime cuando se produce de forma reiterada y repetitiva, como así ha sucedido en el mes de febrero y marzo de 2016.

Pero tampoco la tiene bajo control económicamente. La deuda con la Cooperativa El Plantío-La Cañada, que le suministra agua en alta, en condiciones aceptables en cuanto a nitratos y calidad microbiológica, para que a su vez la distribuya a parte de la población, va creciendo. Las compras a ésta cooperativa, a la que pertenece la mitad del municipio, están siendo mayores que las, que en principio se solicitaron, y los pagos se van retrasando. De hecho las facturaciones aumentan por encima de los pagos que realiza el ayuntamiento. En la actualidad supera los 200.000 €.

Además el aumento del precio del agua (se compra más cara de lo que se cobra) no se repercute en los recibos de los consumidores del agua de suministro municipal. Está a cargo de los presupuestos municipales y provoca un “doble pago” a los vecinos suministrados por la Cooperativa que ya pagan su propia agua más cara y además pagan con sus impuestos esta diferencia entre compra y venta del agua municipal. Lógicamente así se aumenta el gasto en el presupuesto y agrava la situación económica de las arcas municipales.

Tampoco vemos publicadas en el SINAC (Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo) las notificaciones sobre la calidad del agua de la tercera empresa suministradora en el municipio, como es preceptivo.

Es preocupante el oscurantismo con que actúa el equipo de gobierno, tapando la información. Esta información, reclamada varias veces, es pública y por lo tanto negarla a los concejales es actuar en contra de la normativa.