dilluns, 24 de març del 2014

Suárez, recuerdos de la transición

Mi primer recuerdo de Suárez es de finales de los 60´s (del siglo pasado) cuando fue nombrado Director General de RTVE. Una televisión única, en blanco y negro, con un canal (y cuarto) a tiempo parcial. Pero que en nuestro país se estaba ya revelando como el medio de masas que ha llegado a ser. Era un cargo 100% político pero su aterrizaje en la Televisión, supuso el inicio de la modernización de los medios de producción de programas, iniciándose las pruebas en color. Pero sin cambios en los contenidos férreamente controlados por la censura franquista.

A principios de 1975 es nombrado Vicesecretario General del Movimiento, siendo considerado como una persona muy joven, entonces, para desempeñar ese cargo. Posteriormente, después de la muerte de Franco, es nombrado Ministro Secretario General del Movimiento en el primer gobierno de Arias Navarro (Españoles, Franco ha muerto). Un pipiolo comparado con sus predecesores, entre los que me acuerdo del inefable José Solís Ruiz. Y se notó el cambio en la ropa, se prodigaba menos con el uniforme de Falange, aquel de camisa azul y chaqueta blanca. Cambio de continente pero sin cambiar contenido. 


Esa era mi percepción entonces, con 18 años recién cumplidos. Por cierto, 18 años que no significaban como ahora la mayoría de edad. Ni mucho menos. Sólo te permitían sacarte en carnet de conducir y poco más. Lo de votar estaba reservado al cabeza de familia en el tercio familiar.

A partir de ese instante empieza una carrera fulgurante hacia la presidencia. Desde el gobierno de Arias, y una vez fallecido Franco, defiende la Ley de Asociaciones Políticas ante las Cortes Españolas, ante el franquismo en estado puro, citando, aunque sin nombrarlo, a Antonio Machado. Apuntaba maneras. 

Cuando en julio de 1976, con 43 años, Suárez es el encargado por el rey Juan Carlos I de formar el segundo gobierno de su reinado, su misión fue la de desmontar las estructuras franquistas. Se conocía su imagen, su "foto", pero seguía siendo desconocido dentro de la estructura política franquista. En ningún momento sonaba como sucesor de Arias Navarro. La frase que todos recordamos de aquella época es la conocida "Puedo prometer y prometo..."

Comienza la transición, de la que Suárez fue uno de los impulsores, junto con miles y miles de personas anónimas que tenían unas irrefrenables ansias de libertad después de años de dictadura/dictablanda. Fue la cabeza visible de esa transición. Pactos de la Moncloa, debate sobre la nueva constitución española, todo ello inmerso en una crisis económica de hondo calado.

Mi siguiente recuerdo es Suárez cabeza de la UCD (Unión de Centro Democrático), con un dónut bicolor como emblema, y que aglutinó un variopinto y heterogéneo grupos de políticos, conocidos y desconocidos, desde los tardofranquistas a socialdemócratas, pasando por liberales y democratacristianos.

Fue tres veces presidente, dos antes de la constitución, y una después de aprobada la constitución el 6 de diciembre de 1978. Se inicia, tímidamente, el periodo democrático. 


El 29 de enero de 1981 dimitió como Presidente del gobierno, acosado desde la oposición, y también desde su propio partido, que lo veían como "amortizado". Días después, el 23 de febrero, tuvo lugar el intento de golpe de estado mientras se procedía a la votación para ratificar a Leopoldo Calvo-Sotelo como su sucesor al frente del gobierno y de la UCD. Esa noche, en Valencia, con los tanques en la calle, muchos veíamos peligrar la democracia, imperfecta, pero democracia al fin y al cabo.


En octubre de 1982, en las elecciones generales, ganó el PSOE, cerrándose, de algún modo, la transición. Pocos recuerdos más de Suarez, el fracaso del CDS, su enfermedad, la foto del paseo con el Rey...

Volviendo a la televisión, estas semanas, en la serie "Cuéntame", aparece retratada precisamente esta época de España, el fin político de Suárez, y la figura emergente de Felipe González. 

Pasados los años, su figura, controvertida, adquiere su verdadera dimensión. Según mi opinión, su mérito principal estriba en su visión como estadista, una visión no a corto plazo. Y un mérito, saber abandonar a tiempo. Para finalizar, una frase sobre él de Santiago Carrillo, cuando lo calificó de "anticomunista inteligente"

Es difícil saber si la transición hubiera funcionado mejor o peor sin su figura al frente, yo creo que hubiera sido distinta. Pero hay que reconocer el valor de algunas decisiones que tomó en su día, en contra del aparato franquista de la época.

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Gonzalo G.

2 comentarios:

ggrau ha dit...

En este caso, una defunción anunciada, el Gobierno de Rajoy se ha volcado en el funeral de Suárez.
Cuando el fallecimiento de Paco de Lucía, genial guitarrista, nadie asistió.
No son comparables las figuras de Suárez y de Lucía, pero los dos representaron a España en el mundo, los dos son referentes en sus campos, y los dos innovaron en sus campos.

Juan Catala ha dit...

Para el gobierno de las desigualdades, cualquier ocasión de no hablar de lo mal que malviven sus ciudadanos y sus protestas tiene que aprovecharla. Aunque con ello pervierta el acto en sí mismo que ya tiene trascendencia per se.

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